Lo primero que debes definir es el objetivo de tu clase y qué quieres que tus estudiantes aprendan en ella.
Ahora que tienes claro cuál va a ser el propósito de la sesión, te proponemos incorporar el material de apoyo que vas a utilizar, por ejemplo: bibliografía, lecturas complementarias, videos, ejercicios y cualquier otro que consideres relevante.
Por último, arma un guión que te ayude a estructurar y diseñar la clase. No olvides incluir:
1. Inicio: La idea es despertar el interés de los estudiantes y motivarlos a seguir viendo la clase. Para ello, puedes partir con un caso, una pregunta abierta o con una discusión sobre el porqué de un fenómeno o proceso.
2. Desarrollo: Debe ser claro, conciso y preciso.
3. Cierre: Es recomendable que contenga las ideas clave que se trataron en la clase, un desafío o una pregunta que inste a la reflexión o que los interpele.
Por último, te sugerimos incorporar una actividad asociada a la clase virtual que te permita saber si los estudiantes lograron el objetivo que te propusiste con la clase.
Antes de dictar la clase:
Al momento de dictar la clase: